Uno de los mayores enemigos de todo ciclista, ya sea de montaña o carretera es la famosa pájara, o como se dirían en el argot ciclista francés: monsieur massó (el tío del mazo). Esta denominación que le dan los franceses a la pájara es muy acertada. Cuando un ciclista entra en este estado es, literalmente, como si alguien se hubiera apoderado de su cuerpo y le esté sacando las fuerzas. Ibas genial cuando de repente empiezas a notar que las piernas no van. Comienzas a sentir una fatiga muscular terrible, metes plato pequeño y piñón grande y ni así puedes. Comienzas a sentirte mareado…. Lo que te está ocurriendo es una bajada de glucosa en sangre o de las reservas de glucosa que tu cerebro da la orden a tus músculos de que paren para asegurarse el flujo de energía al cerebro, esto es una pájara.
El cerebro también consume energía, al igual que los músculos se alimenta de glucosa. Según el estudio de los Mergenthaler P, Lindauer U, Dienel GA, Meisel A: «Sugar for the brain: the role of glucose in physiological and pathological brain function, 2013, el cerebro consume 5.6 mg de energía por cada 100 gramos de masa cerebral, de esa cantidad el 20% viene de la glucosa. Dicho de otra forma, el cerebro humano peso al rededor de 1.2/1.3 kg aproximadamente por lo que necesita 14.56 mg de glucosa por minuto para poder funcionar.
¿Por qué se produce la pájara?
Las reservas de glucógeno en el cuerpo son limitadas. Si hacemos deporte de resistencia estas se pueden agotar en unos 90 minutos. Si «le damos mucha caña» a la bici, estas se agotan en 30 minutos. Es a partir de aquí cuando empiezan los problemas. Si el nivel de glucógeno en el cuerpo es muy bajo y nuestros músculos siguen gastando energía el cerebro llega un momento que el «corta» el suministro de glucógeno a nuestras piernas para asegurarse él la energía. Es un movimiento muy lógico, ya que si falla la actividad cerebral podemos desmayarnos, entrar en coma o incluso morir.
Según el estudio antes citado, si los niveles de glucosa descienden, se activan una serie de mecanismos de defensa que corrigen esta situación. Si estas respuestas defensivas fallan y los niveles de glucosa siguen a la baja, entonces se activa una respuesta más intensa presentando síntomas como irritabilidad, problemas de visión, ansiedad, mareos y hambre, entre otros, que alertan a la persona para que ingiera alimentos y corrija así la hipoglucemia; de esta forma se evita la presencia de convulsiones o incluso un estado de inconsciencia o coma. Cuando estos estados se prolongan, el resultado es la muerte neuronal.
Síntomas de la pájara
-Aumento de la fatiga muscular.
-Sensación de debilidad.
-Aumento del ritmo cardíaco.
-Mareo
-Falta de concentración.
En los casos más graves, podemos llegar a desmayarnos. Una pájara es algo muy serio que no debemos tomarnos a ligera. Se puede llegar a la muerte.
Como evitar la pájara
Es muy sencillo, para evitar que se acaben las reservas de glucógeno lo que hay es que comer. La regla general dice que encima de la bici debemos llevarnos algo a la boca cada 45 minutos. Esto puede variar en función de la intensidad del ejercicio.
No solo es necesario tomar glucosa durante el ejercicio, también fundamental aportar sales minerales, que son vitales para el funcionamiento del cuerpo.
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